Descripción
Saca un pequeño tubo negro y enséñalo bien. Enrolla un billete, mételo en el tubo y ciérralo con el tapón.
Sacúdelo diciendo: Hay que llevar siempre encima un poco de dinero. Ofréceselo a alguien del público. Seguro que lo acepta. ¡Pues claro! ¡El dinero siempre es bienvenido!
El espectador extiende la mano para cogerlo. Vacías el contenido del tubo y ¡oh, no! ¡lo que cae es agua!
¡Se le empapa la mano y no hay ni rastro del dinero!
Este truco tan cómico es muy fácil de hacer porque es el tubo el que trabaja.
Nada de intercambios. Al final, el público puede examinar el tubo.
Puedes convertir arroz, sal, o cualquier otra cosa en líquido.
La cantidad de agua vertida es relativamente importante, ¡no se trata de unas gotas, si no de la cantidad que líquido que cabe en un vaso !
Sacúdelo diciendo: Hay que llevar siempre encima un poco de dinero. Ofréceselo a alguien del público. Seguro que lo acepta. ¡Pues claro! ¡El dinero siempre es bienvenido!
El espectador extiende la mano para cogerlo. Vacías el contenido del tubo y ¡oh, no! ¡lo que cae es agua!
¡Se le empapa la mano y no hay ni rastro del dinero!