Descripción
Empieza explicando que eres incapaz de sentir dolor pero que eres capaz de cicatrizar a la velocidad del rayo. Hasta ahora ningún científico ha podido explicar este fenómeno: cicatrizas instantáneamente. Remángate y … ¡al tajo!
Coge un cuchillo de carnicero y sin dudar….¡adelante! Un corte seco en el antebrazo.
La hoja se hunde profundamente en la carne y, orgulloso de ti mismo, remueves un poco el cuchillo en la herida. La sangre gotea… Normal, después de lo que acabas de hacer. ¿Alguien escéptico entre el público? No pasa nada. ¡Acércate y enséñale que no es broma! Enséñale el brazo por los dos lados… ¡La herida es profunda, la hoja ha llegado hasta el hueso!
Ahora saca el cuchillo de la herida y déjalo en la mesa. Limpia la herida. Ni una marca. ¡Has cicatrizado instantáneamente!