Descripción
Pida un billete de banco a un espectador, que lo firma en seguida. Colóquelo en un sobre y quémelo todo sin pensarlo.
El espectador, preocupado, le ve sacar un tubo de su bolsillo. Tiéndaselo, enseñándole las llaves, puestas encima de la mesa, del candado que cierra el tubo.
La persona lo abre y, maravillas, el billete firmado está ahí dentro. Sin embargo, el tubo estaba bien cerrado.
Este número goza de un acabado impecable y tiene la ventaja de poder ser examinado por el público.
Haga firmar el billete por su proprietario : estará tanto más contento de recuperarlo.
El espectador, preocupado, le ve sacar un tubo de su bolsillo. Tiéndaselo, enseñándole las llaves, puestas encima de la mesa, del candado que cierra el tubo.
La persona lo abre y, maravillas, el billete firmado está ahí dentro. Sin embargo, el tubo estaba bien cerrado.
Haga firmar el billete por su proprietario : estará tanto más contento de recuperarlo.